Tenemos entendido, de los que piensan y concluyen, que la locura debe abordarse según tres registros ditintos del desconocimiento:
1: Ser hablado o pensado por otro
2: Hacerse el alma bella, equivalente a proponerse inocente, rechazando de sí e inculpando a otro, a otros o al mundo, la responsabilidad de los trastornos del mundo de los que el sujeto se siente ser el centro, y de los que se queja.
3: Creerse algo o alguien hasta quedar atiborrado de yo, de la representación que uno se hace y tiene de sí mismo, de su persona o de su personalidad.
Pocas definiciones como estas le convienen tanto a los políticos que padecemos en la actualidad: muchos están locos.
Hace algún tiempo que te pienso con mucha insistencia!! Cómo estás?? Te mando un abrazo inmenso. Dios te bendiga siempre.
ResponderEliminarFrida (México) Espero q aún me recuerdes jeje =D